Modernidad y Postmodernidad.
El pensamiento en la segunda mitad del siglo XX asistió al debate que se generó entre modernidad y posmodernidad.
La época moderna, en lo que a filosofía se refiere, se inició en el Renacimiento y culminó con el pensamiento ilustrado. Se trató de una corriente que defendía los ideales de igualdad, libertad, fraternidad, en el espíritu de la Revolución francesa, que confiaba y creía en la democracia, en el individuo y en el progreso de la humanidad gracias a la razón y a la ciencia.
Nietzsche abrió una brecha en esta visión optimista de la sociedad y cultura occidentales, posibilitando el nacimiento de una corriente de pensamiento discrepante con los ideales modernos que recibe el nombre de
Postmodernidad.
Consideran por una parte que no se ha avanzado hacia un estado de igualdad y justicia universales, pues la historia ha sido construida por los grupos dominantes dejando de lado a la gran mayoría; por otro lado el progreso, identificado en nuestra sociedad con avances técnicos y científicos estrechamente vinculados a intereses económicos, lleva asociados efectos colaterales tales como el deterioro del medio ambiente o la dependencia de gran número de países y sectores sociales de corporaciones multinacionales. Por lo tanto afirman que la cultura occidental no es el único ni necesariamente el mejor modo de vida, hacen constar además la existencia de una considerable pluralidad de culturas y pensamientos, asimismo no piensan que exista un criterio universal para valorar las diferentes culturas existentes.
Las respuestas modernas a las preocupaciones del ser humano han quedado claramente refutadas, afirman los posmodernos, en las últimas décadas: difícilmente responde a la razón, lo sucedido en los campos de concentración nazis; el marxismo, ha sido incapaz de dar respuesta a las necesidades humanas y se ha desplomado; la economía liberal y el capitalismo occidental, que han quedado como única vía válida tras la caída del comunismo, están ampliando la desigualdad entre pobres y ricos, entre Primer y Tercer Mundo, y provocando una espectacular degradación ambiental. La cultura occidental prima los beneficios económicos frente a valores éticos, políticos y medioambientales y está extendiendo esta forma de entender la sociedad y la cultura al mundo entero a través de lo que se conoce con el nombre de globalización. La gran diversidad cultural existente en el planeta está cada vez más presente en los diversos puntos del mundo gracias a la emigración y a los medios de comunicación.
La posmodernidad no es exactamente una corriente filosófica, sino una actitud o postura. Así diversos filósofos actuales que investigan en las áreas de la filosofía de la ciencia o la filosofía analítica o del lenguaje pueden ser circunscritos bajo el término postmodernos.
Entre estos pensadores mencionaremos aquí a Jaques Derrida (1930), un estudioso de la filosofía del lenguaje, quien afirma la inexistencia de la justicia en el mundo actual.
Extracto de su libro Historia de la filosofía por: Laura Sivani.
La Modernidad, es la etapa de la Historia fuerte, de las acciones fuertes, de los imperativos fuertes, del hombre que hace la Historia y que se compromete con ella. Por ejemplo, llevados al campo de la América Latina, incluso de la Argentina, un imperativo fuerte sería: "La patria dejará de ser colonia" o "La bandera dejará de flamear sobre sus ruinas" o "Perón o muerte" o "Patria o muerte". Bueno esos imperativos han cambiado.
El libro esencial o iniciático de las Filosofías Posmodernas, es un libro del fenomenólogo francés Jean-François Lyotard, que se llama "La condición Posmoderna", y empieza diciendo: "Este es un análisis sobre el saber en las sociedades desarrolladas" en breves páginas concluye que en realidad, en las sociedades desarrolladas es donde se acumula más el saber. Al acumularse más el saber, se acumula más el poder.
En su otro libro "La Posmodernidad (explicada a los niños)", Lyotard tiene un texto muy importante, axial, que se llama "Mi vida sobre la historia universal". Ahí va a enumerar los grandes relatos que se han impuesto hasta ese momento en la civilización occidental, y va ha decretar la muerte de los grandes relatos. De aquí, apresuradamente, muchos artistas, muchos cineastas van a deducir: "Han muerto las historias", "Han muerto los relatos", "Han muerto las tramas", "No narremos más". Apresuradamente. Pero bueno, así ocurrió en algunas de ellas no pasaba nada. Digamos, no tiene por qué pasar algo en una película. Pero si pasa algo, mejor que pase. Pero bueno, está bien, uno puede ver una película en la que no pasa nada, pero no puede ver diez, quizás.
Entonces se crea una estética posmoderna que dice "Los relatos han muerto", "Las historias han muerto", "No se puede narrar", "Las tramas han muerto".
¿Entonces cuales son esos relatos? Lyotard dice que hay cuatro grandes relatos:
El relato Cristiano, que es el relato en el que dios manda a su hijo a sufrir y a morir por la redención de los hombres. Esa muerte genera la promesa divina. La promesa divina expresa, justamente, de que todos los hombres se encontrarán en el reino de los cielos. Y habrá entonces un espacio de plenitud. Este espacio de plenitud lo prometen todos los grandes relatos.
Segundo gran relato es, el que Lyotard va a llamar "El relato Marxista". Y explica este así: La burguesía liquida al feudalismo y de la burguesía surge el proletariado y el proletariado derrota a la burguesía y establece el estado de la plenitud al derrotar a la burguesía donde no hay padecimientos. Ese es una promesa, el gran relato. Es una promesa acerca de un destino inexorable de la humanidad en llegar a determinado momento en el que ya no va ha haber injusticias ni padecimientos.
El tercer gran relato que analiza Jean François Lyotard es el relato del Iluminismo, el relato de las luces. Es aquel que con el surgimiento de la divinidad de la razón, durante las Filosofías de la Revolución francesa, iniciadas por Kant, y después Voltaire, -los Enciclopedistas- pone a la razón como diosa de la Historia. Entonces, la divina razón va a ser la que va a llevar a todos los hombres a un mundo de profunda racionalidad, en la cual, ya no va a existir la irracionalidad.
Por último hay un relato del capitalismo que está basado en la economía. Está basado en el avance incontenible de la economía que implica una prosperidad para todos. El relato capitalista esencialmente dice "Vamos a llegar a un momento de la Historia en que la prosperidad va a ser para todos. Este es el relato capitalista.
¿Qué es lo común a todos ellos? Lo común a todos ellos es que expresan una visión teleológica de la Historia. La palabra griega "Télos" implica Fin, finalidad; logia, teleología es el estudio de los fines. Permiten inferir que esto es inevitable, algo que inevitablemente se va a cumplir y no puede sino cumplirse.
En el gran relato Marxista ¿Qué es lo que legitima? Legitima la revolución del proletariado. Es esencial para llegar a la plenitud de la sociedad sin clases.
El gran relato Capitalista ¿Qué es lo que legitima? Legitima la economía capitalista, de mercado, libre mercado. Que es lo esencial para llegar a un estado de plenitud en el que va alcanzar bienestar para todos. El relato Iluminista, lo que legitima es la Razón. Vamos a llegar a un estadio racional en el cual, todos vamos a ser plenamente felices.
Están basados en lo siguiente: La Historia tiene un devenir, un decurso necesario. La Historia marcha necesariamente hacia un lugar de plenitud.
Entonces, hay aquí una interpretación metafísica de la Historia, es decir dentro de los hechos históricos hay algo que se está expresando, que se está desarrollando internamente a los hechos históricos. Porque lo que está dentro de un hecho, no es físico, es metafísico. Está mas allá de lo físico, Lyotard y todo el Posmodernismo con gran sagacidad y con gran acierto, van a envestirlo.
Si las estéticas posmodernas hablan de la muerte de los grandes relatos, entonces ahora habrá una exaltación de los pequeños relatos, o en última instancia del no relato.
1.- El No relato: iniciemos con un ejemplo, hubo un músico norteamericano que hizo una pieza absolutamente memorable, que todavía se sigue interpretando, o se la tiene como el epítome de la música contemporánea. El compositor John Cage compuso una obra llamada 4'33''. Que consiste en lo siguiente: Está el teatro lleno. Y hay un piano. Y hay un reloj sobre el piano. El pianista viene. Saluda. Se sienta. No toca el piano. Mira el reloj. Y cuando pasan cuatro minutos y treinta y tres segundos, se levanta, y saluda al público. El público aplaude. Y esa ha sido la sonata de John Cage, en tres movimientos, titulada: 4'33''.
La idea es absolutamente genial. Como idea genial, se agota en sí misma. Pero es la idea del no relato. Es lo absoluto del no relato.
2.- Ahora vamos a los pequeños relatos. Entonces, surge una fragmentación, un caleidoscopismo. Y a esto Gianni Vattimo, un Filósofo italiano, va a proponer una Filosofía del dialecto. La Historia es como el dialecto. Son distintos dialectos que tienen que comunicarse entre sí. Pero no hay un gran dialecto, como tampoco hay un gran relato. Hay dialectos. Hay montones de dialectos que establecen comunicación. A veces se entienden. A veces no se entienden. Pero bueno, esa multiplicidad dionisíaca es la Historia. Porque la Historia para los Posmodernos, como para Foucault y para Nietzsche, es una multiplicidad de hechos. No es una Historia única que se desarrolla dialécticamente como en Hegel y en Marx. Es una multiplicidad de hechos, que cada uno tiene su centro en sí.
Todo esto va a dar lugar al multiculturalismo, al respeto por los géneros diversos, al respeto por las etnias diversas, al respeto por todas las minorías, las minorías sexuales, las minorías raciales. Hay una estética de la diferencia. Hay un respeto. Una exaltación de lo diferente. Y esto también está expresando la Democracia liberal de mercado. El mercado es una pluralidad de intentos dentro del campo económico del mercado. El mercado se ordena a sí mismo. Y la democracia es la pluralidad por excelencia, en la cual, todos los sujetos políticos de la democracia valen lo mismo, y deben ser todos tratados con el mismo valor.
Todo esto, como vemos, es un amplio movimiento, que tiene que ver con la Economía, con la Historia, con el Feminismo, con el respeto a los modos de sexualidad diferenciada y con el multiculturalismo que en este momento reina en las academias norteamericanas.
¿Cuáles son las principales críticas que recibe el Posmodernismo?
Las críticas más contundentes que se le han hecho es la de una excesiva deconstrucción de la Historia. El post modernismo se hermana con Jacques Derrida, un discípulo directo de Heidegger quien generará el concepto de Destrucción. Por eso Heidegger es el Filósofo más importante de la filosofía Contemporánea, el los ha marcado a todos. El concepto de Deconstrucción viene del concepto de Destrucción Heideggeriano.
Si yo, tomo la Totalización de la Historia que hay en Marx, que hay en Hegel, e incluso, que hay en la "Crítica de la razón dialéctica" de Sartre, que es un monumento genial a la destotalización de las totalizaciones. Vienen para mostrar que la Historia está tremendamente y absolutamente fragmentada. Entonces, nos preguntamos: Cómo vamos a transformar la Historia, si la Historia es un caos vertiginoso de multiplicidades, que no podemos comprender. Entonces, lo que uno le dice a los Posmodernos es: Bueno, chicos. Un momento. Paren la pelota. Acá hay que hacer aunque sea, síntesis parciales. Acá hay persistencias históricas. No hay una linealidad histórica, pero evidentemente hay persistencias históricas. Hay conexiones históricas. Hay síntesis históricas, y como diría Sartre, hay totalizaciones históricas que se destotalizan y que dan lugar a otras totalizaciones que también se destotalizan. Y la Historia es un juego constante de Totalización, Destotalización, Retotalización. Es muy compleja la Historia, por supuesto. La Historia está ocurriendo en América Latina, en Estados Unidos, en Europa, en el Islam... Bueno...
Y el golpe al Posmodernismo se lo da, justamente, el Imperio que ampara a las academias en las cuales el Posmodernismo triunfa, el Imperio Norteamericano con la idea de la Globalización. Al parecer un día, los teóricos del Pentágono, amanecen y dicen: "Muchachos, el Imperio necesita Globalizarse". Y... alguno dirá: "Pero bueno, los Posmodernos se van a enojar, porque están hablando constantemente contra la idea de una totalización, están exaltando lo fragmentario... de ahí deducen el mercado, de ahí deducen la democracia liberal de mercado, y todo eso nos conviene...". No. No. No. No… Hay que globalizar. Esto es un Imperio y necesitamos globalizar.
Pero, lo peor es que hace su aparición en la escena el, hasta ahora malo de la película: El Oriente. Hegel había dicho: El Oriente va a dormir siempre, eternamente, su siesta. Porque está fuera de la Historia. Sin embargo, de ahí, de ese territorio negado... de ese territorio desconocido para Occidente, llega el atentado a las torres gemelas, que barre con la fragmentación Posmoderna. Porque establece un acontecimiento universal. Un acontecimiento universal, porque expresa que hay hechos que son universales. Ahí, la multiplicidad, la fragmentación, la caleidoscopización, murió. Hay un hecho universal.
Entonces, los Posmodernos comienzan un eclipse, ya sin retorno -salvo en algunos que más o menos, quizás duren- pero el siglo XXI acaba con ellos, este lo que está mostrando es que el belicismo necesita totalizar. Y que la lucha es lucha de civilizaciones, tal como lo dice Samuel Huntington en su libro "El choque de las civilizaciones". Si hay choque de las civilizaciones, nosotros tenemos las dos civilizaciones que Huntington plantea: El Islam y El Occidente. Lo Uno y Lo Uno. Y aparecen los fundamentalismos. Los fundamentalismos son la negación de los pluralismos. Todo fundamentalismo es la exaltación de una verdad. El fundamentalismo Islámico es la exaltación de la palabra de Alá. Y el fundamentalismo Occidental es la fundamentación del Cristianismo Occidental, de Dios. Y Bush, en una de sus frases más excepcionales dice: "Dios no es neutral. Dios está con nosotros". O sea, hay un exceso de religión bélica en el siglo XXI. Murieron todas las pluralidades. Hay fundamentalismos religiosos por todas partes. Todos están armados con bombas atómicas, resurge China, resurge Rusia, Pakistán, Corea. Tienen bombas atómicas. Hay una multipolaridad nuclear pre apocalíptica. Así yo califico a este momento de la Historia. Lamento que no sea una visión muy optimista. Pero tampoco podemos regalar caramelos.
Este momento es un momento en el cual cualquiera puede apretar un botón. Ya no es guerra fría, la bipolaridad de La Unión Soviética y los Estados Unidos. No….; Lo que hay es un montón, un montón de irracionales, imprudentes armados hasta los dientes con ojivas nucleares.
Extracto de su serie televisiva La Filosofía aquí y ahora por: José Pablo Feinmann. ______________________________________________________________
….A finales de los años 60, Herbert Marshall McLuhan, el filósofo y académico canadiense, convertido al catolicismo, en sus múltiples obras y conferencias, resalta la importancia de las comunicaciones y la tecnología e hizo famoso su concepto de la "aldea global" y su frase "el medio es el mensaje". Sucesivamente se ha ahondado con diversas obras sobre el tema; como la de John Kenneth Galbraith (1968), Alvin Toffler (1973), Kenichi Ohmae (1980), Naisbitt y Aburdene (1992) y John Naisbitt en Global Paradox (1994).
Para ciertos estudiosos del tema, la postmodernidad no constituye un marco coherente de conceptos establecidos alrededor de un principio central, sino principios y valores fundamentalmente subjetivos, hacia los cuales la humanidad ha evolucionado a través de etapas históricas que se iniciaron con la pre-modernidad, fundamentada en la autoridad y la tradición, que estaba determinada por la conducta de los individuos, razón por la cual algunos catalogan a la Iglesia Católica de aquel entonces como una de las instituciones características de la pre-modernidad.
La pre-modernidad evolucionó hacia la modernidad como producto del humanismo impulsado en la época del Renacimiento y la Ilustración de finales del siglo XVIII, época a partir de la cual se rechazó la autoridad y la tradición y se le dio relevancia a la razón y a la ciencia para la búsqueda de la verdad y el impulso del progreso humano.
Por ello, el modernismo, desde sus orígenes, se ha sustentado en el orden como valor fundamental, al igual que en el conocimiento y la verdad como factores del progreso de las sociedades.
Para muchos, el postmodernismo no se percibe aún como una tendencia definitiva, sino como cambios profundos en progreso hacia algo nuevo que aún está signado por la incertidumbre en relación con su alcance y trascendencia; pero que ya asoma una crisis de valores y del humanismo que se observa a nivel de la sociedad global, como una de las características más notorias de esta nueva etapa de la humanidad.
Otro aspecto relevante de la naciente postmodernidad lo destaca Daniel Bell, cuando señala que la lucha de clases ya no es la ley de la historia en la sociedad postmoderna la gran fuerza transformadora sino que tendrá que ver con el conocimiento y el desarrollo expansivo de la información y los métodos para su adquisición e implementación, por lo tanto de igual importancia será la educación y el capital humano.
Frente a las nuevas circunstancias que caracterizan la postmodernidad y que obviamente afectan la conducta del ser humano y su comportamiento en sociedad, hemos visto exacerbado: el materialismo, el consumismo, el hedonismo, la permisividad, la falta de compromiso y el déficit de convicciones y valores, se hace imperativo reinventar los cimientos de la democracia para que pueda cumplir su papel fundamental de asegurar, en libertad, los cambios necesarios para ponerle rostro humano a las nuevas realidades que se están configurando en la transición del modernismo a la postmodernidad.
La nueva institucionalidad democrática que demanda la postmodernidad, requiere de abrir un mayor campo de acción al ciudadano y a sus posibilidades, dentro del proceso de vitalización, que caracteriza a la sociedad de la información y el conocimiento, en la cual se está configurando un concepto más amplio de ciudadano y ciudadanía que permitirá nuevas formas de Estado y de gobiernos más cercanos a la gente, a través de una democracia más participativa y eficiente, en la que el papel protagonista lo llevarán nuevos individuos que serán ciudadanos bien informados y mejor formados, capaces de liberarse de muchas de las trabas y restricciones de las instituciones de la modernidad y de la vieja política.
Extracto de un artículo de prensa por: José Ignacio Moreno León
jmoreno@unimet.edu.ve
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….No hizo falta que ningún teórico lo diagnosticara, la humanidad está huérfana desde el siglo pasado, con sus inimaginables injusticias. El siglo XX y sus horrores, guerras mundiales totalitarismos, deportaciones masivas, desgarró la civilización al punto de poner en cuestionamiento todos sus valores, trastocar las creencias compartidas y trastornar el imaginario cimentado a lo largo de los siglos La humanidad quedó huérfana de los llamados grandes relatos, esa narrativa compartida que veía en la historia una causa justa y un efecto redentor.
Pese a todos loa traumas de la historia reciente, no hay hombre nuevo, sino el mismo hombre de siempre. Con todo y la desilusión, el decaimiento y la melancolía postmoderna, la humanidad sigue siendo la misma desde que de ella se tenga noticias.
Los mitos, inconmovibles, los arquetipos constatables en toda su diversidad. Pero la ansiedad por los grandes relatos sigue viva ahí a la orden de quien le eche la mano con fines espurios logrará por vía comunicacional de masas, convencernos de que pese a todo, las cosas cambiaran para seguir igual.
Extracto de artículo de prensa (El Mundo economía y negocios): Por Armando Coll.
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….Espero que con estas notas sobre el tema puedan percibir el ambiente y las circunstancias que nos rodean actualmente; me complacería enormemente si esto le sirve para lograr actuar en consonancia a lo que ocurre a escala internacional. Al actuar con el bien que requiere nuestra profesión solo el cielo nos espera, pero mientras vivamos en la tierra, esto es lo que hay.
….Estas son épocas de incertidumbre, angustia, desazón, zozobra, pesimismo, solo en ustedes los jóvenes; está en gran medida la voluntad de devolverle a la humanidad el verdadero sentido que debe tener la vida, una vida cabal, con frutos para el deleite y la satisfacción de la mayor cantidad de personas a las que se les pueda brindar, y en conjunto interactuando de manera productiva y saludable, logrando integraciones pro-activas y plenas. Obtendremos espacios donde haya satisfacción, brille la paz, la confianza, el optimismo, el dialogo fecundo y la prosperidad.
A pesar de todo lo vivido tengo esperanza en ustedes; ir y alcanzar la meta, no será tarea fácil, ni mucho menos labor de unos sino de muchos. Adelante.
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